"Así en todos los tiempos, de entre la apostasía y la rebelión [Dios saca a un pueblo que le es fiel un pueblo “en cuyo corazón está” su “ley”]. Isaías 51:7. (Elena G. White—Patriarcas y Profetas, pág 351)
[Hubo una salida, una separación decidida de los impíos, una fuga para salvar la vida.] Así fue en los días de Noé; así ocurrió en el caso de Lot; así en el de los discípulos antes de la destrucción de Jerusalén, [y así será en los últimos días.] De nuevo se oye la voz de Dios en un mensaje de advertencia, que manda a su pueblo separarse de la impiedad creciente.
La depravación y la apostasía que existirán en los últimos días en el mundo religioso se le presentó al profeta Juan en la visión de Babilonia, “la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra”. Apocalipsis 17:18.
Antes de que sea destruida se ha de escuchar la llamada del cielo: “¡Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados ni recibáis parte de sus plagas!” Apocalipsis 18:4.
Como en días de Noé y Lot, es necesario separarse decididamente del pecado y de los pecadores. No puede haber transigencia entre Dios y el mundo, ni se puede volver atrás para conseguir tesoros terrenales “No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Mateo 6:24.( Elena G. White—Patriarcas y Profetas, pág 163.)
[Tras largo y tenaz conflicto, los pocos que permanecían fieles resolvieron romper toda unión con la iglesia apóstata si esta rehusaba aún desechar la falsedad y la idolatría. Y es que vieron que dicho rompimiento era de todo punto necesario si querían obedecer la Palabra de Dios.] ( Elena G. White —Conflicto de los siglos, pág 49.)
[Se efectuó una separación. Los que permanecieron firmes en la antigua fe se retiraron]... Luchaban en pro de la fe de la iglesia apostólica,—"la fe que ha sido una vez dada a los santos."(judas3,4.) ( Elena G. White—Conflicto de los siglos, pág 69.)
En muchas iglesias no fué permitido dar el mensaje, [y gran número de fieles que tenían el viviente testimonio abandonaron aquellas caídas iglesias]. (Elena G. White—Primeros Escritos, pág 238.)
Entonces [muchos de los que apreciaban la luz sagrada, rompieron las cuerdas que los encerraban y en forma destacada se separaron de aquellas compañías.] ( Elena G. White—Primeros Escritos, pág 240-241.)
Así como la luz y la vida de los hombres fué rechazada por las autoridades eclesiásticas en los días de Cristo, ha sido rechazada en toda generación sucesiva. [Vez tras vez, se ha repetido la historia del retiro de Cristo de Judea.] Cuando los reformadores predicaban la palabra de Dios, no pensaban separarse de la iglesia establecida; pero los dirigentes religiosos no quisieron tolerar la luz, y los que la llevaban se vieron obligados a buscar otra clase, que anhelaba conocer la verdad. En nuestros días, pocos de los que profesan seguir a los reformadores están movidos por su espíritu. Pocos escuchan la voz de Dios y están listos para aceptar la verdad en cualquier forma que se les presente. [Con frecuencia, los que siguen los pasos de los reformadores están obligados a apartarse de las iglesias que aman, para proclamar la clara enseñanza de la palabra de Dios. Y muchas veces, los que buscan la luz se ven obligados por la misma enseñanza a abandonar la iglesia de sus padres para poder obedecer.] (Elena G. White—Deseado de Todas las Gentes, pág 199.)
El capítulo 18 del Apocalipsis indica el tiempo en que, por haber rechazado la triple amonestación de Apocalipsis 14:16-12, la iglesia alcanzará el estado predicho por el segundo ángel, [y el pueblo de Dios que se encontrare aún en Babilonia, será llamado a separarse de la comunión de esta.] Este mensaje será el último que se dé al mundo y cumplirá su obra. Cuando los que “no creen a la verdad, sino que se complacen en la injusticia” (2 Tesalonicenses 2:12, VM), sean dejados para sufrir tremendo desengaño y para que crean a la mentira, entonces la luz de la verdad brillará sobre todos aquellos cuyos corazones estén abiertos para recibirla, y todos los hijos del Señor que quedaren en Babilonia, oirán el llamamiento: “¡Salid de ella, pueblo mío!” Apocalipsis 18:4. ( Elena G. White—conflicto de Los Siglos, pág 441.)
Me fueron mostrados aquellos que creen poseer el último mensaje de misericordia [y la necesidad que tienen de estar separados de los que están bebiendo diariamente nuevos errores.] Vi que ni los jóvenes ni los ancianos debían asistir a sus reuniones; porque es malo alentarlos así mientras enseñan el error que es veneno mortal para el alma, y mientras presentan como doctrinas los mandamientos de los hombres. La influencia de tales reuniones no es buena. Si Dios nos ha librado de tales tinieblas y error, debemos destacarnos firmemente en la libertad con que nos emancipó y regocijarnos en la verdad. Dios siente desagrado hacia nosotros cuando vamos a escuchar el error, sin estar obligados a ir; porque a menos que nos mande a aquellas reuniones donde se inculca el error a la gente por el poder de la voluntad, no nos guardará. Los ángeles dejan de ejercer su cuidado vigilante sobre nosotros; y quedamos expuestos a los golpes del enemigo, para ser entenebrecidos y debilitados por él y por el poder de sus malos ángeles, y la luz que nos rodea se contamina con las tinieblas. ( Elena G.—White Primeros Escritos, pág 124.)
El tercer mensaje iba a efectuar su obra. Todos iban a ser probados por él, [y las almas preciosas iban a ser invitadas a salir de las congregaciones religiosas...]
Los siervos de Dios, dotados con el poder del cielo, con sus semblantes iluminados y refulgentes de santa consagración, salieron a proclamar el mensaje celestial. Muchas almas diseminadas entre las congregaciones religiosas respondieron al llamamiento [y salieron presurosas de las sentenciadas iglesias, como Lot salió presuroso de Sodoma antes de la destrucción de esa ciudad.]( Elena G. White—Primeros Escritos, pág 278–279.)
ELENA G WHITE.
Como en días de Noé y Lot, es necesario separarse decididamente del pecado y de los pecadores. No puede haber transigencia entre Dios y el mundo, ni se puede volver atrás para conseguir tesoros terrenales “No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Mateo 6:24.( Elena G. White—Patriarcas y Profetas, pág 163.)
[Tras largo y tenaz conflicto, los pocos que permanecían fieles resolvieron romper toda unión con la iglesia apóstata si esta rehusaba aún desechar la falsedad y la idolatría. Y es que vieron que dicho rompimiento era de todo punto necesario si querían obedecer la Palabra de Dios.] ( Elena G. White —Conflicto de los siglos, pág 49.)
[Se efectuó una separación. Los que permanecieron firmes en la antigua fe se retiraron]... Luchaban en pro de la fe de la iglesia apostólica,—"la fe que ha sido una vez dada a los santos."(judas3,4.) ( Elena G. White—Conflicto de los siglos, pág 69.)
En muchas iglesias no fué permitido dar el mensaje, [y gran número de fieles que tenían el viviente testimonio abandonaron aquellas caídas iglesias]. (Elena G. White—Primeros Escritos, pág 238.)
Entonces [muchos de los que apreciaban la luz sagrada, rompieron las cuerdas que los encerraban y en forma destacada se separaron de aquellas compañías.] ( Elena G. White—Primeros Escritos, pág 240-241.)
Así como la luz y la vida de los hombres fué rechazada por las autoridades eclesiásticas en los días de Cristo, ha sido rechazada en toda generación sucesiva. [Vez tras vez, se ha repetido la historia del retiro de Cristo de Judea.] Cuando los reformadores predicaban la palabra de Dios, no pensaban separarse de la iglesia establecida; pero los dirigentes religiosos no quisieron tolerar la luz, y los que la llevaban se vieron obligados a buscar otra clase, que anhelaba conocer la verdad. En nuestros días, pocos de los que profesan seguir a los reformadores están movidos por su espíritu. Pocos escuchan la voz de Dios y están listos para aceptar la verdad en cualquier forma que se les presente. [Con frecuencia, los que siguen los pasos de los reformadores están obligados a apartarse de las iglesias que aman, para proclamar la clara enseñanza de la palabra de Dios. Y muchas veces, los que buscan la luz se ven obligados por la misma enseñanza a abandonar la iglesia de sus padres para poder obedecer.] (Elena G. White—Deseado de Todas las Gentes, pág 199.)
El capítulo 18 del Apocalipsis indica el tiempo en que, por haber rechazado la triple amonestación de Apocalipsis 14:16-12, la iglesia alcanzará el estado predicho por el segundo ángel, [y el pueblo de Dios que se encontrare aún en Babilonia, será llamado a separarse de la comunión de esta.] Este mensaje será el último que se dé al mundo y cumplirá su obra. Cuando los que “no creen a la verdad, sino que se complacen en la injusticia” (2 Tesalonicenses 2:12, VM), sean dejados para sufrir tremendo desengaño y para que crean a la mentira, entonces la luz de la verdad brillará sobre todos aquellos cuyos corazones estén abiertos para recibirla, y todos los hijos del Señor que quedaren en Babilonia, oirán el llamamiento: “¡Salid de ella, pueblo mío!” Apocalipsis 18:4. ( Elena G. White—conflicto de Los Siglos, pág 441.)
Me fueron mostrados aquellos que creen poseer el último mensaje de misericordia [y la necesidad que tienen de estar separados de los que están bebiendo diariamente nuevos errores.] Vi que ni los jóvenes ni los ancianos debían asistir a sus reuniones; porque es malo alentarlos así mientras enseñan el error que es veneno mortal para el alma, y mientras presentan como doctrinas los mandamientos de los hombres. La influencia de tales reuniones no es buena. Si Dios nos ha librado de tales tinieblas y error, debemos destacarnos firmemente en la libertad con que nos emancipó y regocijarnos en la verdad. Dios siente desagrado hacia nosotros cuando vamos a escuchar el error, sin estar obligados a ir; porque a menos que nos mande a aquellas reuniones donde se inculca el error a la gente por el poder de la voluntad, no nos guardará. Los ángeles dejan de ejercer su cuidado vigilante sobre nosotros; y quedamos expuestos a los golpes del enemigo, para ser entenebrecidos y debilitados por él y por el poder de sus malos ángeles, y la luz que nos rodea se contamina con las tinieblas. ( Elena G.—White Primeros Escritos, pág 124.)
El tercer mensaje iba a efectuar su obra. Todos iban a ser probados por él, [y las almas preciosas iban a ser invitadas a salir de las congregaciones religiosas...]
Los siervos de Dios, dotados con el poder del cielo, con sus semblantes iluminados y refulgentes de santa consagración, salieron a proclamar el mensaje celestial. Muchas almas diseminadas entre las congregaciones religiosas respondieron al llamamiento [y salieron presurosas de las sentenciadas iglesias, como Lot salió presuroso de Sodoma antes de la destrucción de esa ciudad.]( Elena G. White—Primeros Escritos, pág 278–279.)
ELENA G WHITE.
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